Rvda. Elizabeth A. Eaton
“A la verdad, no me avergüenzo del evangelio,
pues es poder de Dios para la salvación
de todos los que creen:
de los judíos primeramente,
pero también de los gentiles”.
—Romanos 1:16
Estimados amigos en Cristo,
Ahora que entramos en una nueva década, invito a esta iglesia a reflexionar en el significado de prosperar. Piense en su congregación, su sínodo, en toda la Iglesia Evangélica Luterana en América (ELCA). ¿Cómo sabemos que somos prósperos? ¿Qué nos ha dado Dios para difundir el Evangelio y aumentar la fe de todas las personas? ¿Cómo renovamos y reforzamos el evangelismo?
Este año es el 500 aniversario del tratado de Martín Lutero La libertad del cristiano. Invito a los miembros de nuestra iglesia a estudiarlo y reflexionar en éste. Una manera de pensar en lo que implica ser una iglesia próspera es reflexionar en la liberación del mundo a través de Jesucristo.
Cuando se reúnan en sus asambleas sinodales, tómense tiempo para escuchar y compartir historias sobre quién es Jesús para ustedes. Ruego que este tiempo represente una oportunidad de escucharnos mutuamente y de adquirir un conocimiento más profundo de quiénes somos como iglesia luterana, y de nuestro testimonio luterano de la fe cristiana en lo que se refiere a la narrativa de Dios sobre la libertad en Cristo.
En 2020, la ELCA celebra el 50o aniversario de la ordenación de mujeres en el ministerio de la palabra y el sacramento. También celebramos 40 años de estar ordenando a mujeres de color y el décimo aniversario de la decisión de la iglesia de eliminar las barreras contra la ordenación de personas casadas con individuos de su mismo sexo. Esta iglesia ha sido bendecida y ha prosperado por los dones del ministerio de los que han sido llamados a servir como pastores.
Espero que cuando los pastores y diáconos se reúnan en la Asamblea de Ministros Ordenados durante este mes de julio en Phoenix, estos ministros ordenados sean reavivados y reenergizados para compartir la palabra de Dios en formas accesibles y convincentes. Por medio de todo lo que hacemos, esta iglesia se compromete a equipar nuevos líderes para el evangelismo y a empoderar a las congregaciones y comunidades de adoración para que aumenten su fe, esperanza y apertura al cambio. Juntos, crearemos una visión para la ELCA que estamos llegando a ser; una iglesia próspera que difunde el Evangelio y aumenta la fe de todas las personas.
Gracias por su fiel colaboración y testimonio del Evangelio. Que Dios bendiga el tiempo que pasen juntos cuando se reúnan y compartan las buenas nuevas de Jesucristo.
Con esperanza,
Rvda. Elizabeth A. Eaton, Obispa Presidente ELCA